“Mantener un avión en el aire requiere de una significativa cantidad de energía. Con las velocidades que observamos, 12 horas en el aire son ya 11 más de lo que se puede esperar (…) y esas cosas están ahí fuera todo el día” explica el teniente Ryan Graves de la Fuerza Naval de los Estados Unidos, un piloto con diez años de servicio, en un informe sobre avistamientos de “Objetos Voladores No Identificados” (OVNIS) enviado al Pentágono y al Congreso de EE.UU.
De acuerdo a información obtenida por The New York Times, varios pilotos de las fuerzas armadas norteamericanas reconocieron públicamente que, durante varios meses, entre 2014 y 2015, avistaron una serie de ovnis mientras realizaban maniobras militares en la costa este.
De acuerdo a sus declaraciones, se trataba de “objetos extraños sin motor visible que volaban a velocidades hipersónicas a más de 9 mil metros” de altura. Aunque los expertos sugieren que estos objetos podrían ser drones, su procedencia es un misterio.
En 2007, el Pentágono puso en marcha el Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales, con el fin de investigar los reportes y avistamientos de ovnis en Estados Unidos, pero este dejó de funcionar en 2012. Dos años antes de la oleada de objetos reportada por los pilotos.
Ahora, las autoridades han reconocido que el programa se encargó de analizar los datos de radar, grabaciones de video y testimonios de militares del portaaviones Theodore Roosevelt, donde se realizaban las maniobras durante las cuales se divisaron los ovnis.
Hasta el momento no se han dado a conocer resultados de este análisis.