¿Son los Atlantes de Tula visitantes extraterrestres?
Los secretos del pasado americano que comienzan a descubrirse
Tula. En el Estado de Puebla (México), se levantan las ruinas de lo que se conoce como la segunda capital del imperio Tolteca.
En el Estado de Puebla (México) se levantan las ruinas de lo que se conoce como la segunda capital del imperio Tolteca: Tula. Construida se supone alrededor del año 100 de nuestra era, fue abandonada misteriosamente ocho siglos después. Y si bien se ha excavado solo el 30% del lugar, lo que se ha descubierto es simplemente impresionante.
Templos, palacios (el Palacio de las mil columnas es una maravilla solo en sí mismo), canchas de “juego de pelota”, áreas de viviendas, plaza de armas… en plena zona desértica Tula fue el hogar de una abigarrada multitud: se estima que más de 30.000 personas vivieron, trabajaron y dejaron allí su huella.
Los toltecas son, de por sí, un enigma en sí mismos. Se discute todavía si se trataba de una cultura propia o, en realidad, era una “orden”, una gran “hermandad” que coexistió con otros pueblos bien definidos: olmecas, mayas, tenochcas, zapotecas. La propia expresión “tolteca” significa “sabio artista” y habla mucho de estos hombres, avanzadísimos ingenieros, artistas inimitables, astrónomos y matemáticos. Ya escribiré en otro artículo, por ejemplo, sobre Xochicalco, una verdadera “universidad” multiétnica levantada por los toltecas y que contaba, entre otros misterios, con el único “observatorio astronómico subterráneo” capaz de producir efectos ópticos que la ciencia contemporánea no puede igualar.
En Tula asistimos no solo a la magnificencia del diseño arquitectónico, sino a los innumerables problemas que plantea su construcción, considerando, por ejemplo, que la piedra no se extrajo de canteras locales sino de ubicaciones en algunos casos a más de 60 kilómetros de distancia. Las mismas preguntas sin respuestas que encontramos y documentamos, también, en Ollantaytambo (Perú) y Tiwanaku (Bolivia).
Atlantes, presentes
Pero a todas luces el misterio más apasionante de Tula son sus gigantes, los llamados “atlantes”. Es sugestivo que nadie sabe porqué, desde que se guarda memoria, se les llama así; así también lo hace la Arqueología oficial, la que, por otra parte, desconfía de la existencia de la Atlántida. Seguramente las preguntas que estas estatuas imponen dejan lugar a la imaginación más fértil, las hipótesis más audaces.
En primer lugar: no se sabe quiénes son, qué representan. Se les supone “sacerdotes” o representantes de alguna entidad espiritual, de algún dios cósmico, por el pectoral, que adopta la forma estilizada de una mariposa. En el horizonte tolteca (de ello encontramos huellas en la primera gran capital de este grupo, la no menos misteriosa Teotihuacán) “papalotl” (la mariposa) es el símbolo de la Espiritualidad. Pero, por otro lado, el resto de su atuendo, tocado, polainas y especialmente el escudo –si es que es un escudo- a la espalda, el “chimali” los identificaría como guerreros. Una suposición: monjes-guerreros. ¿Templarios en tierra americana? La suposición que fuera abandonada alrededor del año 900/1.000 DC es solo eso, una suposición, y también puede haber estado habitada hasta un momento tan tardío como el siglo XIII DC que es, cuando según ciertos autores, los Templarios llegaron a América. Por cierto, “Tula” suena demasiado similar a “Thule”, la ¿mítica? Región, supuestamente hiperbórea, donde querían llegar los Templarios para ocultar allí el Santo Grial…
Pero hay un detalle que rompe todo esquema: el extraño instrumento que llevan en sus manos diestras, y que muchos han asimilado a un arma lanzarrayos. Podría ser eso o algún tipo de herramienta –como un taladro- pero en ambos casos es igualmente anacrónico y totalmente fuera de lugar. Es así cuando la imaginación del visitante, observando respetuosamente las ceremonias arcaicas que con unción se siguen conservando en el lugar, escuchando a lo lejos los “kuicatl”, los cantos ancestrales que aún con devoción los descendientes de esos pueblos entonan recorriendo las ruinas, sale disparada hacia las estrellas…
Gustavo Fernández/ Especial para UNO
gusfernandez21@yahoo.com.ar
Web: www.alfilodelarealidad.com.ar
www.movimientochamanico.com.ar
Twitter: @gusmfer
Del asco su información, para empezar Tula se encuentra en el estado de Hidalgo, no en Puebla, al igual que se conoce el por que la denominación de atlante, entre otras imprecisiones que hacen que diga quesu información en un asco.
Gracias por el comentario. me puedes decir porque hay que creerte a ti.
Por favor, antes de publicar investiguen y corroboren su información. Tula no está en Puebla, Tula está en Hidalgo, yo soy de allí.
Es muy interesante todo lo que se escucha y se encuentra en esa zona. Un amigo muy cercano a mi padre que se dedica a hacer excavaciones de manera aficionada encontró algunos huesos que parecen claramente humanos pero de un tamaño extraordinario, y asegura que se han encontrado esqueletos completos de gigantes. También afirma (así como muchos trajadores en excavaciones) haber llegado a ver atlantes de un material traslúcido similar al cristal.
Saludos!