Un bosque prehistórico, un paisaje misterioso compuesto de cientos de troncos de árboles que murieron hace más de 4.500 años, ha quedado expuesto a la superficie debido a las fuertes tormentas que se llevaron miles de toneladas de arena de las playas de la bahía de Cardigan, en la costa occidental de Gales, escribe ‘The Guardian’.
Los científicos han identificado ejemplares de pino, aliso, roble y abedul entre los tocones que han quedado al descubierto. Los árboles dejaron de crecer hace entre 4.500 y 6.000 años, cuando el nivel del agua subió y en el terreno donde habían arraigado se formó una gruesa capa de turba. Algunos fragmentos de árboles habían sido vistos antes, cuando fuertes tormentas destruyeron las playas y algunos tocones asomaron de la turba.
La presencia de estos árboles esqueléticos dio origen a una leyenda local sobre un reino perdido bajo las olas. Según las leyendas celtas, el bosque prehistórico formaba parte de un reino gaélico perdido bajo el mar llamado Cantre’r Gwaelod. Actualmente, la bahía de Cardigan se ha convertido en una atracción turística.